Vosotras, aguas gélidas, heladas,
que en mi razón llenais el subconsciente,
corrientes que nadais contracorriente,
ciegas, de discernir tan complicadas.
Olas que manteneis vuestro alegato
insaciables, heroicas, revoltosas,
indigentes, estais rotas, patosas,
pintándo de oscuridad a mi retrato.
Sombras que nadais con escafandras,
mediocres hay, geniales y aún sandeces,
-las ideas se mueven como peces-
culebras no sé si sois o salamandras.
Y a pesar de que soy un invidente,
guardadas allì en vasijas de barro,
sin notarse empujando vais el carro
y aunque sé que estais alli, no soy consciente.
©donaciano bueno