Ironía mía, me regalaste una mirada sincera en un mundo lleno de mentiras;
Sepa yo que pensó la vida al crearte, en tus ventanas encontré el paisaje perfecto;
Ángel no de la guardia, para lo que siento, un guardián es lo que menos necesito;
Babilonia andante, iluminada perla del desierto, me arropaste cuando el mundo me dejo desnudo;
Errante ser de luz, escondido entre las llamas del sol, tus brazos me dieron paz, paz que fue buscada, mas bien nunca encontrada;
Latente recuerdo, en cada uno de mis respiros haz de estar, haz de ser esa razón que hace a los árboles bailar, razón que los viste de diferentes colores, razón que los hace brillar;
Limpia mis penas y agrega mas motivos para que el ladrón tiempo no se haga presente; razón incomprensible que hace a los niños sonreír;
Anhelaré ver el sol que dibujaba contrastes en mi andar... por las memorias. Desde sentir tus manos llenas de vidas, latentes, hasta perderme en las colinas de paz de tus brazos.