Siento el pecho en expansión cuando te pienso
y en alas de la imaginación mis manos vuelan
a tu pelo de hilos sedientos para tejer en ellos
las caricias que le sobran a mi alma.
Tu mirada me acaricia en la avaricia sustanciosa
de probar sobre tus labios las ternuras consagradas
que he guardado avaricioso para entregarlas
una a una sobre cada curvatura de tu cuerpo.
Tus labios me interrogan cada noche en la negrura
donde estas presente en medio de la ausencia
y arden los sentidos que te palpan uno a uno
que te sienten tan lejana en el espacio.
… y tan dentro de mi mente.