Las gotas de lluvia queman,
Y mis brazos abiertos te esperan
El agua del mar se puso dulce
Y no hay mayor luz que si no es la tuya deslumbre.
No existen los años ni los días,
Sólo existe la suavidad de tus caricias.
Los peces vuelan en el cielo,
Y estará a tu lado es lo que más anhelo.
El universo es vasto e infinito,
Como este amor que por ti yo siento.
Nuestro grito de amor se desvanece,
Porque ese idioma sólo el corazón lo conoce.
No necesito las miles de estrellas,
Sabiendo que una luna me espera.
Esta vida no es más que un hermoso sueño,
En el cual tu corazón no tiene dueño.
Te veo entre dos mundos,
El de la realidad y el de los deseos.
Dejas tu rastro de puras estrellas,
Y al final de ellas tú teme entregas.
El centro del sol es puro hielo,
Que enfría los deseos más ardientes que tengo.
Nuestro tiempo es muy largo para vivir,
Pero demasiado corto para amar