Escribo en el ocaso del atardecer en esta fría noche,
escribo con mis ojos, con mi voz, dándole vida a la mirada
y verbo a mi voz.
Como queriendo explicar la telaraña de mi historia. Desde este lugar sin tiempo que delimita mi presente.
La soledad que hoy acaricia mi esencia,
como primavera irresuelta, se clava en mis entrañas.
Escribo porque la rosa de mi barca ha perdido su norte.
Porque una bruma espesa en esta noche, me llueve angustia y golpea el alma.
Escribo para sanarme de tu ausencia, para aceptarla.
Para espantar esta melancolía que me desborda.
Esencialmente escribo abrazada a la esperanza de la metamorfosis,
esperando convertirme en mariposa e ir en búsqueda
de una nueva primavera.
MIRIADAS