Ahora, en medio de esta zozobra
la casa me pesa como una casa
el tiempo se comporta como si no
le importara nada haciendo caso
omiso de segundos que no quiere contar.
El aire espeso se atrinchera y no
viene a ocupar todos los espacios
en mis pulmones pero yo lo entiendo
hay demasiados suspiros arrinconados
ocupando el lugar donde debería
estar el néctar de tus besos.
Tu no-rostro frente al mío me sobrecoge
espantando instantes que se van
en enmarañadas fantasías que no fueran
si tan solo tuviera tu voz de compañía.
Y lo grave es que estás en tu no-estar
entonces me desconcierto queriendo
besar tu no-boca abrazar tu no-cuerpo
oír tu no-voz mirar tus no-ojos.
Creo que yo también me iré a pasear
un rato para darle tiempo a mi no-yo
a que haga lo que deba hacer con el no-tu
que se llenen de no-besos de no-abrazos
de no-aromas y otras cosas de no-decir.