BALADA MAESTRA
Quisiera cantarte ahora
una balada maestra,
para ti perla del aire
para ti oh, mi Pequeña.
Me ahogas de ternura,
me ahogas y envenenas,
con esos ojos de luna,
con esas dunas de cera,
con ese busto de diosa
para mi boca sedienta.
Oh cielo mío del alma,
gaviota de mis poemas,
eres mi maga y mi musa
y de mis ojos sirena.
Oh, canto de mis entrañas
cuanto para ti quisiera,
poder hacerte dichosa
y dueña de las estrellas,
por eso así te canto
por saber que tú eres esta:
Como el canto de los bosques
es la voz de mi doncella,
es la brisa perfumada;
cuando del jardín regresa.
Es el remanso del río,
preciosa alfombra de seda,
divinas manos de espuma
y boca de blanca perla.
Es mariposa florida,
es la amapola de cera
es dulce como las guindas,
sabrosa como la almendra.
Tiene los ojos de trova,
sus manos tiene de avena
sus mejillas son de esponja,
sus cabellos son de seda.