Nada te debo,
nada me debes,
cuentas saldadas,
y corazones vacíos,
semeja una expresión
de insípido hastío,
pero así fue,
da pena convenirlo,
fuimos tontos,
y nos olvidamos,
que uno más uno,
son dos para el amor,
tu y yo,
somos dos,
pero nos faltó valor,
y brava decisión,
como si los sentires,
fueran mercancías de ocasión,
fáciles de liquidar,
no muere el amor,
por un nada te debo,
o un nada me debes,
algo queda pendiente,
aún flota en el aire,
aromas de ese amor,
son nuestros cuerpos,
sudando pasión,
es el retrato confeso,
de dos timoratos,
como tú y yo,
precavidos del amor,
te invito a que esta noche,
con la sola intención,
de una caricia y un beso,
hagamos la cuentas,
y al final,
que nos diremos ?
ya se no me lo digas,
estará de fiesta el amor.
Víctor Bustos Solavagione