Hoy amanecí feliz
contemplando mi hermoso jardín,
acariciando cada rosa
que florece en mi rosaleda...
Sentada en una piedra blanquecina
me extasío observando las rosas
y sus diversos colores
aún cubiertas de espinas...
Mi mirada no se detiene
en los pétalos caídos
y esparcidos en la tierra abonada,
sino en los maravillosos botones
floreciendo hasta abrirse en rosas...
¡Rosas perfumando el ambiente
con su exquisito aroma
impregnando nuestra esencia
y brotando del corazón,
paz espiritual y serenidad,
iluminando nuestra alma
para continuar extasiada
en su natural belleza...
perfume y colorido!...
Nhylath
(CRIV-2015-4019-01505-007)