El olvido
El sol me trae sombras,
raíces entremezcladas,
descolgaré de la copa
las dos últimas palabras,
hasta siempre crece verde,
tarde huele a naranjas,
el aroma subsiste y se resiste,
la tristeza avanza.
Tomaré algunas cosas
y marcharé con paso tranquilo,
subiré renglón por renglón
hasta la explanada,
ya no habrá animal ni insecto alguno
que horade estas páginas,
solo un agujero muy profundo
sin dolor
porque no habrá cuerpo,
ni siquiera ese simple latido,
ya nadie dejará su mancha.
Aún respiro,
sobrevivo,
sin embargo calla mi corazón
y mi alma.
Ya no habrá voces
todo será mudo silencio,
la calle vacía,
la tierra que se enrolla en el viento:
un quejido,
el eco de la nada
que extraña a la extraña
sin laureles ni vino,
ni peces ni campanas,
ni noches ni madrugadas,
solo una nube que se escapa
y se apaga en una simple cara,
el olvido.