Imponencia
Yo que anduve por el mundo
Camine por los irregulares caminos
Llanos, altiplanicies, valles y montes escarpados
¡Oh el Aconcagua y fértiles campos!
Países y mares, la tierra bendita
¡Oh maravilloso San francisco del Monte de oro!
San Luis , Argentina.
Tus ríos circundantes, son corona de piedras de mica
Mientras en las noches el rocío sobre catres de caldenes
¡Oh tierra de nobleza, cálidas manos y abrazos!
Allá en el paisaje de telón las crestas del álamo amarillo de otoño
Y al caer la tarde entre las palmeras, llegan las catitas
Pues la noche no abrigara sus plumas.
Cielo estrellado, maravilloso de luces estelares.
En tus aguas frías del rio claro lave mis pies
Como el Cristo lavo los pies a sus discípulos
He aquí me siento pequeño ante la eternidad cristalina y pura.
¡Oh mi alma entre los viejos adobes de casas centenarias!
Voces de los hijos, eco de los patios vacios
Y un pequeño rincón entre los tapiales
Desde ese terrunio una chimenea, abriga las almas
Tizón que alumbrara las noches, entre cuentos y anécdotas.
Han pasado los tiempos, crecen los pejes,
y triste la sombra del tala, a mi me llora entonando una serenata.
Pagos del ilustre Domingo Faustino Sarmiento
Tierra bendita de las letras, de sabidurías,
Alabo tus pensamientos, dechado que añora
El sentir del alma curiosa y forastera.
Autor: Darío Ernesto Muñoz Sosa