Donaciano Bueno

Las campanas de mi infancia

* Se recomienda leer mientras se escucha el tañir

 

Algunos se lo perdieron ¡qué pena me da, qué pena!

esa música tan plena, los que entonces no vivieron

el repicar de campanas, ¡el badajo en su melena,

que bonito, cómo suenan, vigorosas o badanas!

 

Siempre en la torre presentes para anunciar un evento

repiqueteando, contento o llorando un accidente,

comunicando a la gente cualquier acontecimiento

si despacito, lamento, si rápido, alegremente.

 

Las tres llamadas a misa -bien planchado el pantalón-

raudo cuando suena el gon -bien aseada la camisa-.

llegó ya la primavera bajemos ya del balcón

disfrutando la ocasión ¡vamos, niños, mas deprisa!

 

La vendimia ya ha empezado, viene con muchos caprichos

!a cazar aquí se ha dicho! ¿quien lo ha dicho? las campanas.

Preparemos las cananas ¡que se preparen los bichos!

pues la iglesia ya ha anunciado sus ceremonias paganas.

 

Cuando la calma es latente y el silencio es un desierto

tan pausadas, tan tranquilas, las ovejas con esquilas

repican a cielo abierto. ¿alguien sabe quién se ha muerto?

suenan con presagio incierto las campañas intranquilas.

 

El volteo de campanas lo llevo en mi subconsciente,

allí estará siempre presente hasta que me salgan canas,

me despierto en las mañanas y espero muy impaciente

su tañir tan inocente ¡vivan las ondas hercianas!

 

©donaciano bueno