Como extraño ese susurro
A la luz de un par de velas,
Donde flotaba el misterio
Y un perfume de mujer,
Dos corazones latiendo
Por unos versos al oído,
Y las manos enlazadas
Por encima…del mantel.
Veinte años juveniles
Los primeros cimbronazos,
De la vida caprichosa
Que a veces nos hacen dudar,
cual es el camino correcto
Al verdadero destino,
No hay maestro que lo enseñe
Solo tu…lo has de encontrar.
Después también el amigo
Que no piensa igual que uno,
Nos hace la zancadilla
Por cosas nimias nomás,
Aprender que en esta vida
No todo es negro o blanco,
También suelen haber grises
Y que no existe…el jamás.
Luego comienzan los cambios
Y las dudas por doquier,
Las fantasías de joven
Están donde deben estar,
Uno piensa con la mente
Ya no más con los estados,
Nos vamos poniendo adultos
Y hay guerras…por librar.
La primera es contra el medio
Que no quiere perdedores,
Los triunfalistas a ultranza
Ellos tienen su lugar,
Y tu que cargas principios
Con la ley y por derecha,
Te encuentras a contramano
Y no puedes…avanzar.
Notas que los años corren
Y tu andar es más pausado,
la mochila la has cargado
pregonando tu verdad,
ella te enseño que el brillo
Suele ser chafalonía,
y que el dinero no compra
ni un poco…de eternidad.
Boris Gold (simplemente...un poeta)