Fotográfica de la Web. Fotomontaje de Magali Aguilar Solorza.
La mente divaga y el pulso se ausenta,
el suspiro se profundiza inhalando vida,
el cuerpo yace entre la oscuridad total;
aprisionado, inmóvil, bajo la lápida
fría del infortunio que tortura la emoción.
El alma avanza nostálgica por la lejanía
del umbral que la vio nacer, en silencio se pierde,
alojándose en la penumbra, sollozos gimen
de inconformidad, ante la repentina muerte
del extinto sentimiento.
Todo fue súbito, tu deceso culminó con tu existencia,
es definitivo y doloroso, fue tan certera la noticia
que mi inconsciente se apoderó de mí, a tal grado,
que no medí mis consecuencias y opté por
el suicidio, ante la ansiedad de mi depresión.
Tranquilo padre -sólo fue un sueño- .
Tú estás vivo, sigues aquí y estás conmigo,
porque no te olvido… perdona mi arrebato,
no quería dejarte solo, en la nada del
gélido encierro de tu aposento.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Lunes/Mayo/18/2015 2:08:35 pm
Autora mexicana.