Fuerte es el deseo de unirnos
de ser uno tú en mí, yo en ti.
Que las bocas carnívoras
se devoren entre sí.
Fuerte la ansiedad de tocarte
de que manos se mezclen con piel,
que dedos se enreden en los cabellos
y así locamente probar tu sabor a miel.
Fuerte es el placer que me haces sentir
mientras los cuerpos bailan y chocan
sudan, se excitan y se mueven con frenesí.
Fuerte es la magia que me envuelve
esa que nace de tus ojos, de tu sonrisa
cuando terminamos de hacer el amor.