Un derrumbe de martirios a la ventana
Un cielo nublado que camina con ganas
Una piedra en el camino que detiene
Una montaña que va y viene
La siento tan cercana a mi ser,
Algo tan indescriptible a mi parecer,
La siento siempre en mis venas
Es que la inspiración nunca frena
Se quiere pintar desde lo más lúgubre del alma
Una deseable y calma
Aunque el lugar más propicio sea en otro mundo
Tiemblan y tiemblan los ojos cada segundo
Y ya se relata desde el desconcierto
Que me hace caer en lo incierto
No entiendo que está pasando
Tal vez acaso, ¿me esté enamorando?
No trato de comprender, no está claro,
Parece lejano a mi mente y cambia de estado
Y una minuciosa voz escucho en mis sueños
La sombra emana su esencia de ensueño
Yo me acerco y no puedo retrodecer
Me entrego y pienso: “No lo puedo creer”
Un sonido palpita en mi corazón
Se dispersa y controla toda mi sensación
Ya es hora de tratar de llegar,
Aunque sea, satisfecho quedar,
A doce horas ya empezará,
¿Quedaré con remordimiento?
Sé solamente que lo verá
¿Hablaré con sentimientos?