Muy lejos de mi patria
encontré lo que anhelaba,
atención, cariño y ternura
desde la Habana, Cuba.
Vereluna de la Caridad,
el milagro que Dios me envía,
un día me entregó su amistad
además de una bella poesía.
Desde aquel preciso instante
contactamos desde la lejanía
con regularidad constante
y preciada sintonía.
Vero, mi amiga del alma,
¡qué bien puesto tienes el nombre!,
tu bandera el amor sin fronteras
y un corazón muy noble.
Un corazón enorme que alberga
a todo ser viviente en la tierra,
a tu lado no puede haber siquiera
una sóla persona que penas tenga.
Tus versos son especiales
y tus poemas magistrales,
Poetisa de sueños y realidades
que llenas mi alma de cantares.
Y si algún día me pierdo en mi país
que me busquen en la habana
donde encontré sin yo pedir
más que amiga una hermana.
Tus correos me llenan el alma
de luz, esperanza y alegría,
cual viva y encendida llama
que me ilumina cada día.
¡Por todo, Vero querida,
que ni el tiempo ni la distancia
sean obstáculos en nuestras vidas
para seguir siempre unidas!
Fina