Poeta sin alma

Mi Sentencia

Si este es el castigo

de mi realidad desierta

lo acepto; la sensación oscura del querer,

pero sin lograr sentir,

si son las idas y venidas

de mi soledad abominable

en el pasado de quien

pregunta el ¿porqué? de vivir.

Ya no hay luces en los árboles

ni olas que acaricien mis dedos,

tampoco palabras dulces

que salen de mi propio ser.

Solo hay dudas, dudas y más dudas

que transitan por el aire

cuando lloro desnudo

recordando las alegrías del ayer.

Veo pasar el tiempo

en el asiento trasero del amor,

mi lecho ya ha perdido toda la fuerza

del amar sin medida o razón,

las palabras ya no son versos

por tener la sensación

de que mi sentido tiene un propósito

ante lo que hoy mi sentencia me dejo.

 

Mil millones de gotas

me sonríen cuando llueve

y me hablan de paciencias,

de tiempos y de atajos

cuando yo no veo más

que temblores en mis manos

y apariencias que no son de nadie

porque nadie las quiere ver.

Sabes que lucharé,

que lucharé hasta que muera

con los versos nacidos

de lo más profundo de mi ser

y abriré los brazos

sintiendo el latir de las cosas,

en la embriagadora tormenta

del libre sentimiento

que pudiste sentir.

Y vendrán ciegas

las palabras ignorantes

recordando los susurros

desquiciantes del dolor

y mis lágrimas se volverán

perpetuas e invisibles

cuando me dobleguen

las temerosas sombras

del olvido y el desamor.