Soneto # 3
UNAS MUCHACHAS ME PIDIERON VERSOS
En la serenidad de sus sonrisas
vuela un extraño palpitar del sueño,
perlas doradas son, perlas de ensueño,
alma de lirios son cuando sus risas
cual notas musicales
llegan al corazón abriendo trecho
para sacar de mi nublado pecho
pequeñas frases tristes como tales
las que hoy escribo: toscas, delirantes;
versos me piden, versos he de darles,
aunque en mi corazón no haya una idea
y en cuatro luces de emoción constantes
se torna luz de amor el contemplarles
y ahí la musa mi penumbra sea.