... Y TODO COBRA SENTIDO
A veces pienso, en mis silencios inmensos,
en mis breves momentos de ocio o en mis fragores intensos,
en mis acompañadas soledades y en mis pausas dormidas,
que todo cobra sentido ante mis dudas perdidas.
***
Yo no le escribo a la Luna, ni al mar, ni al viento, ni a mi amada...;
le escribo a la buena fortuna de intentar entender esta vida soñada.
Es por eso, que en esos extraños momentos que siempre me pregunto
si somos todos los que nos detenemos a meditar sobre estos asuntos...
***
¿Por qué cuando me emociono mis lágrimas se deslizan?
¿Por qué cuando veo bromas me surgen las risas?
¿Por qué -de los demás- sus angustias me deprimen
y tantos diversos recuerdos en mi memoria se imprimen?
***
Si solo fuera una química sabiamente seleccionada
que provoca una reacción corporal bien dosificada,
¿cómo puede ser que un sentimiento reconocido
provoque tal comportamiento inducido?
***
Y todo cobra sentido cuando observo conveniencias irresistibles
o cuando observo en todas las vocaciones hoy disponibles
que logran que cada persona sea única en su especie
siendo valoradas, por sus logros, y se las aprecie.
***
Somos pocos, pero buenos. Somos buenos, pero serios.
Somos serios y, a veces, sin freno, pero ¡tenemos criterio!
Entonces, cobran sentido los orígenes de crímenes y guerras,
de las estúpidas fronteras y del egoísmo que ellas encierran.
***
Debe haber una razón... mejor dicho, ¡Hay una razón!
Pues en cada pequeño o gran acto de esta genial Creación,
de acuerdo a una Gran Ley Universal, ya está todo calculado
y todo cobra sentido cuando entiendes lo que has contemplado.
***
Y cuando entiendas todo lo que te planteabas de la vida,
en largas soledades y en pausas con conciencias adormecidas,
resolviendo enigmas, descubriendo misterios, despejando secretos,
todo cobrará sentido y compartirás esto con todos los que sientes afecto.
***
Eduardo Faucheux
22-05-2015
.