Para romper el silencio
me fui silbando en la lluvia
como destilando aromas,
como despertando gulas,
como si al fin me dijeras
¡oh! fascinante criatura
que ya la dicha se acerca
y al amarme me aseguras
acabar con mi silencio,
con mi soledad aguda,
con este deseo de amarte,
con este mar de locuras
o viviré para siempre
con mi angustia y con mis dudas
mientras por ti voy silbando
por esta inmensa llanura.