Ansío, en la arena postrado, el retorno
de las olas de tu aroma y que vuelva así
a subir la marea de mi amor.
Me haré del yugo de no poder cazarte
en el mar de mis temores,
de no hallar el anzuelo perfecto a tu requerir.
No te dejaré, halaré como si la vida se me fuese en ello
mi bote esta lleno de comida para ti,
la comida es mi amor y dedicación,
mis palabras y silencio.
No puedo retenerte, eres esquiva a mí.
Si te vas, se irá contigo mi cordura.
Veré como me miras,
puede que no te importe,
puede que me estés esperando,
sera mejor asi.
Espero que al atardecer el sol sea esquivo a mis ojos
y verlo reflejado en los tuyos a mi lado.