Veronica Arteaga

VERSO AMARGO

VERSO AMARGO

 

 

Acecha a mi desvelo el insomnio en que estoy.

La noche ve clarear sus párpados helados.

 

 

Fría y deshabitada como una casa en ruinas.

Velan sobre los párpados telarañas de ocasos.

 

Se astillan en mis labios la miel y las espigas,

¡Cántaros de agua secos! búcaros sin el nardo.

 

 

Quedaron clausurados los altares y el fuego...

Ocultaron su paso los duendes del encanto...

 

 

Te devoró la ciénaga, oscura pesadilla

Como vemos a veces en los cuentos macabros.

 

 

Una boca feroz de caverna infrahumana

Así te tragó el tiempo. Vaso de verso amargo!

 

 

Incubamos un día de paz y de violines.

Un enjambre de abejas libando en mi regazo.

 

 

Arquero enajenado, oscuro mensajero,

Enfebrecida ruta, puñal de verso amargo.

 

 

Vestiste de crespones, sepultaste los besos,

Desgarraste el encaje del balcón aromado.

 

 

En sollozos quebradas las voces de mi lira.

Las abrasadas lágrimas de mis versos amargos.

 

 

Desaté de mis miembros las redes del sofoco,

Conjuré dioses nuevos, convoqué a los milagros,

 

 

¡Desvanecida albura hermana de mí misma!

Que en medio de la angustia a las sombras reclama.

 

 

Como espejo de tu alma reflejaste mi imagen

Y la imagen reflejo solo fue de tu alma.

 

 

Y fuí, perdida y sola, doliente cierva herida,

Y mi desvalimiento halló umbral en tu mano.

 

 

Quitaste de mi frente la corona de espinas

Y nimbaste mis sienes con mirto consagrado...

 

 

No pudo ser el tálamo más propicio a la entrega.

Ni pudo ser la entrega más fiel a lo soñado.

 

 

Y así,  como la santa,  \"muero porque no muero...\"

Y puedo ver clavado tu dardo en mi costado.

 

 

¡Éxtasis de mi alma! Piel cercana y lejana.

¡Viñas castas de sexos en templos constelados!

 

 

Y nuestros versos, leves con lisura de pétalos

Y las caricias albas veladas  en los cantos.

 

 

En las desnudas piedras de tus pies y los míos

Descifré laberintos para encontrar tus pasos.

 

 

En medio de esas horas viajaron mis ensueños

Y hallaron sepultura...¡Numen de verso amargo!

 

 

Como una gota de agua, así te evaporabas.

Cristal enarenado. Inmóvil  como un árbol.

 

 

Intentaste ser rama y preservar los nidos

Negando a la borrasca su brutal latigazo.

 

 

Pese a todo te erguiste con verdes vestiduras,

Ocultando la herida de tallos lacerados.

 

 

Las alas abatidas, los labios cenicientos,

Enmascarados rastros de tus versos amargos.

 

 

Ya casi asoma el alba. Homilía del día,

Por fin su sepultura la noche habrá encontrado.

 

 

No arderán en los muros pertinaces pabilos.

Ni el aceite en las lámparas esperará al amado.

 

 

Ni aguardará  a los ojos el celeste paisaje.

Ni alucinados sueños tu paso a mi costado.

 

 

Conjurados al fin el Cielo y el Infierno

Redimirá la aurora a mis versos amargos.

 

 

Cristina Cammarano