Hoy quiero confesar que te he mentido,
ayer dije que ya no te quería,
que todo lo vivido ya era olvido
que ya no eras el rey de mi alegría.
Es mi mentira un puro sinsentido
dejar de amarte ¿sabes? no podría,
pues, de mi corazón eres latido
principio y fin para la vida mía.
Te lo dije porque me sentí herida
al notar tu mirada distraída,
en el escote de esa zalamera.
Mas quiero que me ames esta noche,
y que al oído me digas como broche:
\"Sólo eres tú, mi amada primavera\".