Como un libro viejo y polvoriento,
he leído letras de mi pasado…
Letras simples, sentidas e intensas…
mal escritas, con huella de inocencia,
ansias, ilusión… sin pecado…
letras… mi ofrenda, para un amor…
amor inexistente, amor negado.
Que sería de mí sin cada folio,
en ese libro viejo y polvoriento,
que aún no he cerrado…
Me pregunto y me respondo,
Sería un alma simple, soñadora,
enamorada de amores presentes y pasados,
sin las marcas de una batalla perdida,
como las que todos llevamos callados…
Batallas perdidas en amores,
amores pasados, amores ingratos,
amores negados…
Tal vez no sería quien ahora soy,
a quien lees atento y avergonzado,
No sería hoy quien disfruta y se complace,
en vivir el amor sin amor,
la caricia que no acaricia,
el beso sin el beso,
el deseo extremo, que solo pide
verte allí postrado…
recogiendo tus miserias,
aquellas que tu orgullo fueron en antaño.
Hoy solo quiero vivir sin la razón que razona,
cerrar mis ojos, sentir de manera extrema,
el amar sin amor que en tu piel voy dejando,
Vivir mi lujuria, así, libre de pecado…
Porque amo el amar que no ama,
Que peca y no peca, aunque ame no amando…
Con dolor pusiste a mi mente alas,
no tengo ya ataduras, soy quien has formado,
Un ser que en ti se goza y por siempre te tendrá atado…
Atado a mis deseos, siguiendo mis pasos…
Esos que te llevan a por fin sentirte entregado,
Serás mío aunque te duela el amar sin ser amado.
Marlene Carrillo Vela