Luchando contra vientos y mareas,
enfrascado en, perdidas, mil batallas,
peleando era un saltador de vallas,
presumido, un gallito de peleas.
Pugnaba la razón con sinrazones
y al viento se enfrentó sin aspavientos,
para nadie él tenía miramientos,
sembrando por doquiera sus pasiones.
Sinverguenza, canalla y malandrín,
acosaba el honor de las mujeres
a las que él ofrecía sus quereres
para ya antes de quererlas poner fin.
Mas murió un día el pobre Serafín
que es y asi se llamaba el susodicho
y en silencio descansa ya en el nicho
la que fuera una impostura de postín.
Dedicado para sus acreedores
en su losa desde entonces reza un dicho:
aunque dudéis, aquí descansa el bicho,
rezar por el, mas no pidais favores.
Que hablar y hacer no son la misma cosa
y otra es corroborar lo que se ha dicho,
si algo os dije que aquí quede desdicho,
cobrar es otra cosa mariposa.
©donaciano bueno