Hernán

Tú, mi amada

“Tú, mi amada”

 

Con la sutileza de tus manos,

Y el candor de tu mirada;

Envuelves a mi vida,

En un verano de esperanza.

 

La fragancia de tu cuello,

Con el sabor de mermelada;

El cual endulza mis labios,

Y sacias todas mis ganas.

 

Por la noche cuando duermo,

Refugiando en tu regazo;

Cual niño temeroso,

De no encotrarte a mi lado.

 

Despertarme con tu beso,

Con la dulzura de tu mirada;

Con tu hablar dulce y fino,

Empezando mis mañanas.

 

Es por esto y mucho más...

... vida mía

Que al cielo alzo la mirada,

Le doy gracias a mi señor divino,

Por una esposa inusitada;

Que brindó su sapiencia etérea

A hacerme el mortal más bendecido.

 

Mi deseo, mi amada, el más anhelado,

Es que cuando llegue a viejo,

Con mi cabeza blanca y mis fuerzas agotadas;

Pueda morir con un beso y cerrar mis ojos,

Deleitando nuevamente mi alma,

Con la mujer que estará junto a mi hasta

La última morada.