GuillermoO

Náufrago (editado)

 

Náufrago.

Comido por el subsuelo de aquella nube que veíamos navegar juntos,

cabalga como llanto hundido en mi sangre

tu amor cuyo nombre es la hermosa majestad del hechizo.

 

Comprendo que todo se fue.

De la manera gris de la aventura,

la nube y su oscuro mérito partieron;

tu última forma de alegría,

una risa a menudo sombra.

 

Y no salimos a habitar el aire.

Otra vez las copas y su vino se llenaron de enmudecidos labios,

y tu voz quedó en un reino donde los preanuncios del miedo

hablaban a la noche solitaria.

 

Desnudo,

-sabiendo que existe el desamparo al borde de tus párpados,

viéndome a mí mismo transitar las calles enmarañadas de árboles y casas,

como si las puertas se hubieran cerrado al unísono,

y sólo quedaran copias de lo que fueron-

desnudo y náufrago trato de abrazar la necesidad de una boca

y sus nocturnos ecos;

y soy un cerrado lecho de arena donde convergen

los reproches y todos los recuerdos.

 

Cielo de medianoche:

es invierno, y todo apresura mi duelo.

 

G.C.

Direc. Nac. del Derecho de autor