...la soledad es una santa que dormita,
y las cárcavas sin alma,
por nuestros despojos, al acecho;
pero ¡oh, Dios, no hay proceder maligno, inmarcesible,
en la jornada hacia la luz; es la debilidad nuestra,
cual golpe de coz, que las entrañas nos macere
¡Y nos detenemos, en lugar de avanzar!
Entonces, nuestros pasos semejen anarquistas plebes y
reclamen fuegos de bengalas, con salado ayer;
mientras, apocalípticos jinetes, de gestos desorlados,
con bacterias y gusanos en sus gestos,
y en su voz el verbo que asola y deshonra
al honor nacional ¡Al que siembra y no cosecha!
¡Oh, nos hiele su protervo escalofrío!
pero, todo no es, sino,
un espurio esculpido de una leyenda urbana,
digamos que sí, es mejor así,
donde los intestinos reclamen, en angustia al viento,
un emoliente de la nevada puna,
donde los eructos de un corrupto parlamento
esgrima al viento una ley sin fundamento;
pero, ya, miren hacia la mar,
¡que diferencia! ¡oh! ¡Bastardos del viento!
¿no veis? ¡Una charapa orla sus vergüenzas
con la espuma y las olas del mar!
Digamos, ¡Caramba!, es cierto que las piedras hablan
ante el asco de nuestro esputo,
cuando un ojo guiñe tras de un pupitre
el menear de una colita en lo llamado \"judicial\"
¡vaya! ¡que tramposo es el trasero del sillón presidencial!
No sé, mejor vayamos \"al callejón de un solo caño\"
y bebamos de un sorbo bruto las quimeras;
pero, señores expertos, NO OLVIDEMOS:
¡Hay más silencio
por las lenguas desgarradas de los pueblos
y más euforia por \"el culo sucio\" (*)
en algún portal del desconsuelo...!
Bueno, sea ya que el pluralismo humano
no haya nacido, aún,
¡no ensuciemos más la historia!
17-05-15
Saints Austin
Perú
(*) Culo sucio es un juego de cartas norteamericano del siglo XIX para dos o más jugadores probablemente derivado de un antiguo juego de apuestas europeo, en que el perdedor pagaba las bebidas.
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