13.
DEJAR EL PASADO
Dos monjes iban caminando por el campo al atardecer, mientras caminaban, oraban y reflexionaban.
Un poco antes de acercarse a un río que tenían que cruzar, y que no tenia puente para hacerlo, se les acerco una mujer muy guapa, pidiéndoles que le ayudaran a cruzar el río.
Uno de ellos inmediatamente dijo que sí, mientras el otro lo veía con desaprobación, negándose a ayudarla.
El que aceptó a ayudarle a la bella mujer la subió a sus hombros y terminando de atravesar el río la bajo de sus hombros. La mujer quedó muy agradecida con ese monje. Se despidió y luego desapareció.
Los monjes siguieron su camino y el que no aprobó la decisión, empezó a reclamarle al monje que ayudo a la mujer a cruzar el río, acerca de su comportamiento:
-\"¿Por qué subiste a esa mujer a tus hombros? ¿no sabes que en el convento nos tiene prohibido mantener contacto con mujeres?-. Dijo el monje.
El monje que había ayudado a la mujer no respondía a las preguntas de su compañero.
Siguieron su camino y el monje insistía en sus preguntas, a lo que el otro monje no respondía.
Poco antes de llegar al convento, el monje le volvió a cuestionar acerca de lo que había hecho y por fin el monje respondió:
- \"Hace más de cuatro horas que esta mujer ya no está cerca de mi cabeza, pero sigue en la tuya\".- Dijo el monje que ayudo a la mujer, para luego continuar:
- ¿Qué ganas con hacerte daño al tener en tu mente cosas del pasado?, ¿Qué ganas con tener en tu mente cosas que a ti no te afectan?.