Con tu carga de silencios
cual preludio de ilusiones,
te apareces primorosa,
por el sendero angosto
que mudo y sin protesta
recibe tus pasos
serenos y cadenciosos.
Pareciera que tus plantas
no tocaran nunca el suelo
que sin óbices y en vilo
te llevaran sin destino
un millón de pensamientos.
Enigmáticas ausencias
aureolan tus ojos negros,
mientras que mis anhelos
se sumergen sin remedio
en el mar de tu mirada.
Te imagino en las llanuras
luminosa y revestida
de plateada luz de luna,
mientras yacen tus ensueños
dormitando en mis arenas.
Con tu carga de silencios
cual anuncio de los cielos
ya retornas sin premura
y en el sendero angosto
cobijo de mis tristezas
se enternecen tus pasos
serenos y cadenciosos.
Gustavo Echegaray A.
22.05.2015