Viendo pinceles de un cuadro pintado,
rebosante me llega de hermosura.
"Arreboles de poesía pura",
lo llamó el artista -soplo inspirado-.
Seduce el mirar aterciopelado,
de su boca, la encendida espesura,
leve sonrisa, en rayas de lisura,
rematado en donairoso peinado.
Viendo estoy la belleza reclinada
sobre un canapé de color de rosa,
en transparencias, siendo delicada,
enardecida, estando ruborosa
colina de pétalos areolada.
Su monte de Venus, de flor boscosa.