Ma. Beatriz Vicentelo Cayo

DESDE ENTONCES

 

 

Desde el dulce umbral de mi niñez

Mi mente divagó entre ilusiones

Te admiré desde arroyos de fe

Hasta el gran mar de mis intenciones

 Y desde ese umbral, hasta el postigo

De el  hoy, que camino cual mujer

Mi  divagación sigue contigo

Y como mujer… ¡Cuanto te amé!

 Quiso fiel destino, que se abrieran

Esos mares de mis intenciones

Y ni bien, en orillas te hallé

Hice realidad  ilusiones

Y en mi dicha te pude tener

 Hoy el arroyuelo se ha secado

Brilla hondo un océano que fue

Mis intenciones, total se han dado

Y tu amor, duerme en lo que soñé

 

Beatriz Vicentelo 21.5.15

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