Ella pasa ligera con su ropa atrevida,
su mirada coqueta y una bella sonrisa;
todos vuelven la vista, la cubren de piropos,
la bella ni los mira ni muestra gran asombro;
es feliz, se divierte, despertando pasiones,
y aunque mucho se atreve, va libre y sin temores;
y goza, ríe. sueña, la vida se le va
como esa primavera que nunca acabará...