Aquella primavera en la que floreció la amistad,
esos besos y abrazos que nos dimos sin dudar,
y las miradas cómplices tras cada despertar.
Me pregunto, si fueron ilusión o una verdad...
Aquellas noches estrelladas de luna llena,
esas historias y secretos que tú me contabas,
y las risas y sonrisas que me provocabas.
Te recuerdo entonces, entre alegría y pena.
Aquella pelea y aquella bella reconciliación,
esas salidas y fugas como dos forasteros,
y todas nuestras rabias y celos pasajeros.
¿Fue una sólo una amistad, o una relación?
Y aquella discusión por la que ya no soy tu amigo,
esos gritos y dichos hirientes sin perdón ni razón,
y los insultos y las mentiras que trizaron mi corazón.
Y hoy lloro, muero y suplico, pero tú, no estás conmigo.