¿Qué seré después de mi muerte?
¿Un recuerdo que honre a los malos amigos?
¿Un puñado de polvo arrojado al viento?
¿Un divertido festín de los gusanos?
¿Unas lágrimas hipócritas sobre una faz maquillada?
Para mí, inmerso en la profunda nada, todo será nada,
y esa nada, será todo.
JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ R.