EN EL BOSQUE...
En el bosque
de los espinos...
duermen mis sueños
hoy heridos,
entre flores
de arrayán...
y jazmines de tristeza.
EN LOS LAGOS SILENTES...
En los lagos silentes
de mi alma atribulada,
mis huidas congojas
besan...
heridos labios,
de fría nata
enclaustrada...
purificando
sus cuitas,
dulcemente
atravesadas...
entre lirios...
de tristeza,
de roja grana
esmaltada.
EN LAS FONTANAS AZULES...
En las fontanas azules
de mi alma atribulada,
muere la tarde silente
vencida muy tenuemente
y dulcemente atravesada,
en las enternecidas
prisiones...
de entristecidos
deseos,
muy dulcemente
lacerados...
de melancólicas
penas blancas.
MELANCÓLICOS SILENCIOS...
Melancólicos silencios
en las prisiones del alma,
heridos en sus heridas
por labios enrojecidos,
y ojos entristecidos...
de fría agua
esmaltada,
estrañas quimeras
blancas...
se acumulan muy despacio,
en los lagos
de mi alma...
en los espejos
sin nutrientes,
de mi alma enamorada.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.