No te buscaba,
vivía el día a día en serenidad
Llegaste a mí
como una estrella fugaz,
marcaste una época en mi vida
me hacías soñar cada día,
no quería despertar
tu amor calmó mi insomnio,
por fin dormí en paz
nuestros momentos fueron inefables
cual aurora boreal
tu voz meliflua calmaba mi ser,
me hacía crecer,
me libraba de etéreas cadenas que tuve siglos,
quizás milenios,
aquella tarde cuando vimos juntos el arrebol de las nubes
supe que tenía la capacidad de amar,
y te amé
la epifanía del momento me dejó perplejo,
y sólo te miré
me hiciste ver que mi soledad no era tan buena,
y la olvidé
pasaron un par de meses,
nuestro amor fue intensamente efímero
sentí que te amé por años,
tuvimos instantes infinitos
nuestro amor fue elocuente, fue sincero,
fue todo lo que quise alguna vez
fue por momentos inmarcesible
pero el desenlace fue fatal
el amor no pudo con nuestra pasión,
con nuestro ardor
nos quemó,
ardí tanto que aún conservo una pequeña llama de ti
en algún rincón de este corazón lleno de parches
aún atesoro tu pasión, sí tú,
mi primer gran amor.