Soy el rostro del desamor,
una mirada llena de terror,
una caricia jamás hablada.
Soy esa lágrima al atardecer,
la pluma dormida
corazón de papel,
ternura olvidada.
Soy, claro, como el mar,
como mar
que nunca para de llorar,
ola que no encuentra su puerto,
gaviota que se extravió al volar.
Soy ese tiempo
que no concluye,
ese dolor que no pasa,
sombra que no huye,
negatividad proclamada.
Soy amor sin amor,
ausencia sin mi amada,
el dolor con el dolor,
poesía terminada.