Mi boca vino de cómplice con mis dedos
mi boca sobre tu aliento
mis dedos sobre tus ruegos.
Por favor no ,dame tu fuego
por favor si, dámelo luego.
Mi boca bajó a morder
las botas de tus dos pechos
esculpiendo a la vez
la cima de tus senderos
mis dedos mis dedos
dedos profanos traviesos
que saben de estos juegos
expertos
excitan el paraíso
del mas bello de tus secretos.
Mi boca ahora en celo
se bebe los sedimentos
que hicieron brotar mis yemas de tus misterios
a la par apareciendo
los gemidos de tu sexo.
El mástil de mis arrestos
dispuesto
a entrar en tus aposentos
muy suave
muy lento
tu nido va entreabriendo
y poco a poco vibrando
a lo largo de su argumento
aprisionado entre las paredes de tu convento
viviendo su mejor momento.
Me gusta tener orgasmos cuando el orgasmo es de alma y cuerpo
pero más me gusta sentir
como cobijas mi erecto
mástil entre tus pliegos
de carne y deseo.
Antes de entrar al cielo con tus sudores de pecho
estos segundos de quietud valen miles de silencios
llegando a ser el tesoro que más espero
de mi pasión por tus besos.
Después vendrá el frenesí
el éxtasis pasajero
pero ese será el peak de nuestros encuentros
estar tan dentro tuyo y mirar tus ojos de fuego
y oírte susurrar
caliente
muy caliente
diciendo
te quiero
adentro.
Muy adentro.
Sigue mi amor.
Que ya me vengo corriendo.