Como quisiera tener alas y poder volar hasta ti amor mío.
Dejar detrás preocupaciones, miedos, inseguridades y aferrarme solo a la certeza de tu amor intenso.
Los días se hacen largos, las horas interminables, los segundos eternos.
El tiempo parece detenerse cuando no estamos juntos y correr cuando estoy en tus brazos.
Tu pena es mi pena, tu dolor mi dolor, tu alegría mi dulzura, tu esperanza mi ilusión, tus sueños mis alas, tu voz mi eterna canción.
Estás siempre presente en cada pensamiento, haciendo llevadero cualquier sufrimiento. Tu ser en mí es la leña que aviva la llama del amor que siento.
En el silencio de mi pecho te deseo dulcemente.
Eres ese tesoro escondido que vive en mis entrañas y en mi mente.
Bálsamo que cura, agua que refresca mi sed ardiente, perfume que fluctúa en el ambiente, calor acogedor que se anida en mi bajo vientre, caricia deseada que sosiega mis ansias de poseerte.
¡Oh amor!
Dulce y noble sentimiento que poco a poco me consumes dentro. Pasión, ternura, adorado tormento.
Quiero ser tu servidor, tu portador.
No faltes nunca en mi cielo, en mi firmamento, en la persona amada,
que lentamente se ha convertido en fuerza, mi alimento, mi sustento.