Tus labios son perfectos
para no besarlos, sino para tenerlos y mirarlos,
debería la luna y el día estar, debería la
noche y el río sólo tener.
Que pase el tiempo mientras te beso
mientras te miro,
la luna se hace eterna
y no le hace caso al fracaso
y es el viento que me empuja a tu cuerpo
y nos en vuelve, bendito el frío
que acaricia nuestros cuerpos y se mezcla
con dios.