Deseo que la noche se poblara de inmensas estrellas.
Deseo también que el extenso y negro universo sea alumbrado por ellas.
Ambiciono tus sonrisas envueltas entre lucero fugaces románticos
para quitarme las tristezas dentro de mi alma.
Y los cantos de hermosos turpiales conversen dentro del silencio en tu pensamiento
para que me llenes de miradas perdidas de amor eterno.
En donde tu esbelta sonrisa resplandezca mi alegría entre tonos azules
como el extenso cielo de aquel dulce día.
Sosegando el amor y alejando la discordia ajena
que pugna el silencio oscuro y las tristezas dentro de mi pecho.
RIVAS JOSE