-- ¡Por favor, Belén, continúa...!
--Necesito un trago,
que no sea agua...
algo que contenga alcohol.
--Te serviré un whisky.
--¡Eso! Te lo agradecería tanto...
--Extraño tomes alcohol.
--Lo necesito.
--¿Para hablar con valentía?
--¿Quieres que te continúe hablando?
--Por supuesto...aquí tienes.
--Lo beberé lentamente, para adquirir valentía.
--He de sentarme a esperar. Siéntate.
Bébelo lentamente, como cuando
hacíamos el amor...
--¿Te parece momento oportuno
para hablar de momentos sexuales?
--¿Por qué no? En nuestra felicidad
está también pendiente el sexo.
--¡Pues eso es lo que he tenido
con este desconocido!
Me invitó a ir a su departamento.
Lo acepté, y vivimos
un momento de placer.
¿Querías que continuara
hablando? ¡Pues ya lo he hecho!
Llámame como quieras.
Me comporté como una mujer
de la calle, sin serlo.
Tú varias veces me fuiste infiel.
No lo he hecho por venganza.
¡Lo hice porque en ese momento
me sentí atraída por ese hombre...
y me acosté con él!
--¿Qué esperas haga?
¿Que te abofetee?
No he de hacerlo.
Tienes razón.
Varias veces te he sido infiel.
Lo sabías, y te quedabas callada.
Ahora, yo estoy buscando
nuestra felicidad.
Si aceptaste mi infidelidad,
he de aceptar la tuya.
Es muy grave lo que has hecho.
También lo fue cuando
lo hice yo.
Me perdonaste. Te perdono.
--Tres meses han pasado
de mi infidelidad.
Todo este tiempo he vivido
con un gran cargo de conciencia.
--Sácala de tu cabeza.
Lo que yo deseo
es que volvamos a ser felices,
como antes...
¿Me sigues amando?
--¡Sí! Te sigo amando
como el primer día que te conocí.
--¡También yo! Ven a mis brazos.
--¡Te amo, amor!
--¡Te amo, vida mía!
Vamos a la cama,
volvamos a sellar nuestro pacto
para poder volver
a lograr la felicidad...
¡Esta felicidad tan ansiada!
CIERRA TELÓN SUAVEMENTE
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 26/05/2015)