Pues escribo, nuevamente, vuelvo a ser letras para hacer una carta.
A un amor que no existe le escribo, donde quiera que esté,
a un amor que no existe y aun así me tiene atrapado.
¿No existe el amor si el amor no existe?
No es materializar mis expectativas en alguien,
más bien que ella, las destruya y aun así, no me importe.
A un amor que no existe le pido,
que no se atreva a golpear mi puerta pues nadie habita ya,
sin embargo, las ventanas tienen sus vidrios rotos,
y quien pase, seguramente sangrará un instante.
A un amor que no existe le escribo,
pues mi existencia es parcial y mi pluma
ya ni tienta tiene…
Lemos Maximiliano Daniel
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