Aldys Johnson

Lo que la vida me ha enseñado

Es cierto dicen los abuelos la vida sigue su curso, uno muere y el mundo sigue girando

Uno es como un granito de arena en medio de un gran desierto,

que al no poder uno refugiarse muere irremisiblemente de insolación,

sufriendo de antemano un golpe de calor probablemente un derrame cerebral;

no es la vida un desierto árido y sin esperanzas, como símbalo que retiñe;

también es un soneto sin sentido que va y viene como si estuviera perdido

buscando un amigo que lo acompañe

si la vida a veces parece absurda y en muchas ocasiones estúpida

 

Pero lo que la vida me ha enseñado es que tiene sus pro y sus contras

tiene sus momentos dulces como la miel

y sin sabores como el amargo del limón 

y pensádolo más bien la vida es una oportunidad para reír, llorar, comer, deleitarse en los placeres de la vida que aunque a simple vista se ven tan normales

cuando no lo tenemos ¡Como nos hace falta verdad!

pero al final de cuenta uno no es nada en este pequeñito mundo

si tal vez los abuelos tenían razón

somos un grano de arena en este inmenso desierto árido;

que en ocasiones tenemos la suerte de encontrarnos con un oasis

que nos llena la vida y nos alegra el corazón