Bajando por la ladera
tu fulminante figura.
Yo rimando.
Sobre lienzo de madera
tu iluminada dulzura.
Yo pintando.
Tu soledad en mi luna,
mi cetáceo en tus redes.
Describiendo.
Agraciada mi fortuna,
siempre hurgando en tus paredes.
Yo sonriendo.
Y sangrando la alegría
en la vida de las metas
donde triunfa la osadía:
Tú poesía,
yo poeta.