Creo que todo lo que vivo
es una pesadilla
de la que no puedo despertar,
mis sentidos me abandonan
y me llevan a otro mundo,
en el que reina un silencio tan profundo
Que no se siente ni siquiera respirar.
Un lugar tan solitario y tan sombrío
En que mi cuerpo queda
vagando a la deriva,
flotando como un ente
sin fuerza y voluntad.
Despierto… y al pensar
que todo lo que sueño
no se puede comparar,
con la envidia el odio y la crueldad
que ha roído el alma del hombre sin piedad,
que hiere mata y viola,
jurando por ala, por cristo, por Mahoma,
por buda o jehová,
entonces no quisiera
de nuevo despertar.