Desde que no estás conmigo,
camino sola por la vida
los días y las noches se vuelven
insoportablemente largos
el tic tac de los recuerdos
caen dolorosos
sobre la desesperación de ver pasar
el tiempo lento y doliente;
los segundos, los minutos y las horas
caen como hojas secas en un eterno otoño
y la lluvia de mis ojos hasta el alma
humedecen el campo donde solo florecen
penas y más penas.
POR MI CÓNDOR, MI POETA ANDINO