Había una vez casi seco un árbol. El, se llamaba el árbol sin manzanas y quiso que fuera así sin manzanas porque el, no daba frutos. Al lado de el, vivía otro árbol, llamado el árbol de naranjas. Y el, se creía que era el único en no dar frutos, así, que solo se divertía con su amigo el viento. El sentía sus ramas volar como si fuera magia, y descubrió que solo quería dar frutos como su amigo el árbol de naranjas. Y solo sintió lo que era un derrumbe cuando sintió el gran terremoto, y fue su amigo el viento. El que quiso mover sus ramas, hasta que solo sintió lo que era un desastre natural. Y fue un huracán el que solo quiso sentir cuando llego el gran momento, de decir que solo quedo cuando no dio sus frutos. Y el árbol sin manzanas, todavía. Desde que descubrió que solo estaba, no habia nadie a su alrededor. Y no era un arbol esteril, sino que no habia nadie a su lado.
Pues, entonces conoció a Flor una pequeña y dulce encantadora flor habia nacido a sus pies. Era color violeta como un gancho de orquídea, y fue acostumbrándose a su olor, a su compañía, y a su dulce voz. Ella comenzó a hablar y decir que quería conocer su fuente de energía, porque cada vez que respiraba a ella le daba la sensación de vivir mas. Una noche cerró sus pétalos para dormir y decidió no volver a despertar, osea, que flor marchito después de hablar con el árbol sin manzanas. El, decía que era porque nadie lo amaba, y después de presentir que era estéril, la flor lo dejo solo, y triste. El sintio que era como un rompecabezas sin poder encajar la pieza en su lugar. Y descubrió que solo se sentía solo y sin compañía. Nadie en compañía a su alrededor, y decidió saber que era un árbol sin manzanas. Desde que solo sintio un deseo fuerte de dar frutos, pero, el se decía que ya era muy viejo. Y el viento le dijo, “yo soy viejo y todavía soplo”. Y su amigo lo reconfortó por un tiempo. Pero, el árbol se quedo sin frutos desde que el silencio lo acompañó por mucho tiempo largo.
Y decidió volver a ver al paraíso, y hablar con la naturaleza. Y sintio que era un temblor, cuando fue el viento que sopló tan fuerte que lo que hizo fue sacudir sus hojas otra vez. Y el árbol sin manzanas, solo lo dejo en medio de aquel bosque llamado Jurafo. Y solo presintio una soledad, que solo lo llevo a un deseo, tener frutos. Y el árbol se dijo, yo quiero dar frutos y son las manzanas. Y asi, quedo el árbol seco y sin manzanas. Y lo llego a talar un campesino, cuando lo vio viejo y seco. Y el árbol se quedo sin frutos, y para siempre, y fue a parar como un árbol de navidad en la nochebuena en el hogar de un niño. El niño vivía cerca del bosque Jurafo, donde no habia árboles de pino y lo mas cercano era este árbol sin manzanas que quedo seco y viejo. Y lo adorno el niño con manzanas rojas artificiales, adornos típicos de la navidad. Y su sueño hecho realidad, de ver frutos en sus ramas, aunque sean artificiales, fue hecho realidad.